"Estar preso por violación es lo peor"
- Redacción
- 27 abr 2022
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Estar en la cárcel por un delito contra la mujer se paga "muy caro, estoy consciente de ello", admite José Luis "N", preso por violación en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Apizaco.
En diciembre de 2018 el joven de 35 años fue detenido por la policía en su domicilio del municipio de Yauhquemehcan, Tlaxcala, por abusar de una menor de 12 años de edad en su casa.
Sentenciado a seis años y ocho meses de cárcel por dicho delito, mediante procedimiento abreviado al declararse culpable, confiesa sin titubear: "Acepto, soy un violador".
Relata que cuando se llega a la cárcel por delitos contra las mujeres es lo peor, porque en su caso también intentaron violarlo sus compañeros del Cereso, que tiene una población de 490 internos del fuero común y federal.
Al inicio de la entrevista, a la que accedió sin resistencia, José Luis se dijo inocente y culpó a los abogados de oficio de no atender su caso, pero minutos después matiza: "Sí lo hice, sinceramente. En mi caso, un delito de violación. Cuando cae uno aquí preso por este tipo de delitos es lo peor que puede haber; si así, afuera la sociedad nos juzga por malos, llegando aquí es mucho peor".
En una oficina del centro de reclusión, José Luis, padre de tres hijos, relata que de tres años para acá los detenidos que ingresan al Centro de Reinserción Social de Apizaco por violación ya no son intimidados por la población penitenciaria, como antes.
"Hace tres años y medio aproximadamente se les infundía terror sicológico a las personas que vienen por violación. Estaban aquí personas que golpeaban a los que venían por violación, intentaban violar, porque en mi caso intentaron, en otros casos, de otras personas que conozco, no se pudieron defender y fueron violados por los propios internos".
Asegura que entre los mismos internos se ha tomado conciencia con los diferentes programas y talleres que les imparten en el penal por parte de autoridades penitenciarias y de la sociedad civil.
Arrepentido de lo que hizo, José Luis afirma que todo se puede cambiar y pide a las personas pensarlo dos veces antes de cometer delitos.
EL UNIVERSAL







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